Tribuna abierta. Precarización, criminalidad y género en el Chile neoliberal: una lectura a partir del caso de Krishna Aguilera

Tribuna abierta. Precarización, criminalidad y género en el Chile neoliberal: una lectura a partir del caso de Krishna Aguilera

La juventud enfrenta hoy desafíos profundos para insertarse en el mercado laboral y acceder a derechos fundamentales. Tales dificultades no pueden entenderse al margen del modelo económico y social que estructura la vida cotidiana. La precarización laboral, la exclusión y la estigmatización de los sectores populares son manifestaciones de la violencia del Chile capitalista y neoliberal.

Viernes 31 de octubre   

El caso de Krishna Aguilera, una joven de 19 años, madre y pobladora de la comuna de San Bernardo, víctima de secuestro y homicidio perpetrado por un narcotraficante de la zona sur de Santiago que reclutaba a adolescentes para su red ilícita, ilustra con crudeza cómo precarización, criminalidad y género se entrelazan, revelando un entramado de desigualdades que atraviesa la vida de las mujeres jóvenes de los sectores populares. El narcotráfico, en este contexto, no aparece como un fenómeno ajeno, sino como una de las expresiones más visibles de la descomposición social producida por décadas de abandono estatal y de una economía formal que precariza a amplios sectores de la población.

Esta precarización se encuentra respaldada por los datos y estudios poblacionales. Según el Observatorio del Contexto Económico de la Universidad Diego Portales (OCEC, UDP, 2025), el 50% de las y los trabajadores menores de 20 años se desempeña en condiciones de informalidad, es decir, sin contrato ni derechos garantizados, mientras que el desempleo alcanza un 20,5% entre jóvenes de 18 a 24 años. Estas cifras reflejan la exclusión que mantiene a amplios sectores juveniles en condiciones de inseguridad económica.

A ello se suma la dimensión ideológica del capitalismo, que promueve necesidades infinitas y estilos de vida basados en el consumo, el éxito individual y la competencia. Este imaginario, ampliamente difundido por los medios y el mercado, instala un ideal de bienestar material imposible de alcanzar para quienes viven en la pobreza, generando frustración y sensación de fracaso personal. Así, la precarización no solo opera como condición material, sino también como forma de violencia simbólica que margina y desvaloriza a la juventud popular, empujándola a buscar reconocimiento y subsistencia muchas veces, en los márgenes de la legalidad.

Las mujeres jóvenes, particularmente las provenientes de los sectores populares, enfrentan también esta doble precarización: material y simbólica. En 2024, la ocupación informal femenina alcanzó un 29,2% (OCEC, UDP, 2025), reflejando la persistente marginalización de género en el mercado laboral. Pero la exclusión no se agota en la falta de oportunidades: las mujeres jóvenes son también receptoras de estos mandatos de consumo y éxito que el sistema capitalista comercializa, aunque se les nieguen las condiciones materiales para alcanzarlos.

La maternidad temprana, la informalidad laboral y la sobrecarga de cuidados, configuran un escenario de vulnerabilidad en el que la búsqueda por salir adelante, aun en condiciones adversas, se erige como principio organizador de la vida cotidiana. En ese contexto, participar en economías ilícitas, como el microtráfico o el comercio informal de bienes, puede aparecer como una estrategia posible para sostener la vida propia y la de sus hijos, revelando cómo el narcotráfico se inserta en las fisuras del modelo neoliberal, articulando redes de subsistencia que conviven con la desprotección estatal y la fragmentación social.

Las cifras penitenciarias confirman este patrón. Las mujeres representan solo el 9% de la población penal en Chile (Gendarmería de Chile, 2024), pero casi el 80% de ellas está privada de libertad por microtráfico u otros delitos contra la propiedad. Además, un 37% no ha completado la educación básica y aproximadamente un 85% son madres. Estas trayectorias vitales muestran vidas atravesadas por diversas dificultades, donde la criminalidad se configura como resultado de condiciones materiales injustas y no como una simple desviación individual del comportamiento, como lo instala la derecha.

Por otro lado, el tratamiento mediático del caso de Krishna Aguilera ha sido profundamente irresponsable e insensible. Los principales medios de comunicación han difundido imágenes y detalles sin ningún respeto por el dolor de su familia, vulnerando su intimidad y exponiéndolos públicamente. Peor aún, han asediado su hogar, pese a que hoy la familia enfrenta un riesgo real por haber denunciado y revelado parte del entramado de narcotráfico responsable del asesinato de Krishna. A esto se suma la inoperancia de Carabineros de Chile, institución encargada de su resguardo, que ha incumplido sistemáticamente su deber. La propia familia denunció en vivo, desde los tribunales, que durante todo este tiempo no han recibido protección efectiva del Estado ni de sus instituciones, y que recién esta semana, durante el velorio de Krishna, se realizaron rondas policiales y puntos fijos en el sector.

Así, los medios de comunicación y la clase política reproducen y legitiman una lógica de clase y género que moldea el sentido común sobre la inseguridad y la moralidad del delito. En el discurso político, la violencia sólo adquiere relevancia cuando afecta a la propiedad privada o a los sectores acomodados, mientras que las vidas de mujeres jóvenes de los barrios populares, como Krishna Aguilera, con trayectorias de vida complejas en diversos aspectos, son reducidas al sensacionalismo o son directamente invisibilizadas, sin generar una reflexión más profunda, ni propuestas de políticas públicas que estén a la altura de este tipo de situaciones.

Esta mirada refuerza la doble moral del sistema, se condena la delincuencia mientras se celebran los valores que la engendran: la competencia, el consumo ostentoso, la acumulación individual. La seguridad se convierte en un producto electoral, y la respuesta estatal se centra en la punición y el control territorial de los pobres antes que en transformar las condiciones que generan la exclusión y violencia.

El caso de Krishna Aguilera evidencia un orden social que sitúa a las mujeres de los sectores populares en condiciones de precariedad, mientras les promete una libertad que nunca se materializa. Su historia refleja la trayectoria de miles de jóvenes en Chile: maternidad temprana, escasas oportunidades educativas y laborales, y un contexto donde el narcotráfico aparece como una estructura de poder que ordena la vida en los territorios y captura la necesidad. La violencia que terminó con la vida de Krishna no surge del vacío, sino que es consecuencia de un entramado que combina desigualdad estructural, desprotección estatal e ideología de consumo.

La justicia por Krishna Aguilera no se alcanza solo con el esclarecimiento de su caso ni con sanciones penales. Exige transformar las condiciones materiales y simbólicas que hacen posible que la pobreza, el género y el territorio sigan influyendo en las posibilidades de vivir y morir con dignidad. También demanda reconocer cómo el narcotráfico se arraiga en esos mismos contextos de exclusión, ofreciendo salidas inmediatas frente a la falta de oportunidades, pero reproduciendo con ello nuevas formas de subordinación y violencia que el Estado ha sido incapaz de enfrentar más allá de la represión. Implica cuestionar la ideología del mérito y del consumo, desmontar la normalización de la violencia estructural y reconstruir un horizonte de dignidad colectiva.

Porque la vida de las mujeres populares vale más que las ganancias del narco y del capital.

Porque ni una más debe morir en manos del Narco.

Referencias:
Escobar, C. & Salgado, V. (2025). Criminalidad con perspectiva de género: análisis del rol de las mujeres en el cometimiento de delitos. Revista Iuris Dictio, Universidad San Francisco de Quito.

Instituto Nacional de Estadísticas (INE), Tasa de Desempleo por Edad y Sexo*, 2025. [https://www.ine.gob.cl](https://www.ine.gob.cl)

Observatorio del Contexto Económico (OCEC), UDP. La transición de la juventud al mercado laboral y protección ante contingencias, 2025. [https://ocec.udp.cl](https://ocec.udp.cl)

Gendarmería de Chile. Estadísticas de Población Penitenciaria Femenina*, 2024. [https://www.gendarmeria.gob.cl](https://www.gendarmeria.gob.cl)

Extractado de: https://www.laizquierdadiario.cl/Precarizacion-criminalidad-y-genero-en-el-Chile-neoliberal-una-lectura-a-partir-del-caso-de-Krishna

 

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