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El concepto de Dios bajo una mirada deista

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El concepto de Dios bajo una mirada deista 04.10.2020 - Santiago de Chile - Juan Gómez Valdebenito (Imagen de Bo Lind Knudsen) La búsqueda de un Dios ha sido una permanente preocupación del ser humano desde sus orígenes. La inseguridad y el temor ante la desprotección que sentía ante los fenómenos de la Naturaleza le hicieron creer en algo o alguien que le brindara seguridad y confianza en sí mismo y en su devenir. Sumado a lo anterior se agregan todos los fenómenos relativos al nacimiento, las enfermedades, la vida y la muerte y el tremendo temor e incertidumbre que le produc

"El Dios de Spinoza"

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"El Dios de Spinoza" (Baruch de Spinoza, filósofo Holandés considerado uno de los tres grandes racionalistas de la filosofía del siglo XVII) ¡Deja ya de estar r ezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida. Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti. ¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, oscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa! Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti. ¡Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo! El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer. Deja ya de estar leyendo supuestas escrituras sagrada

el dios de Espinoza o Spinoza, en que creia Einstein

el dios de Espinoza o Spinoza, en que creia Einstein David Alcaide Baruch de Spinoza Filósofo neerlandés de origen sefardí portugués, (1632-1677), ASÍ ES DIOS SEGUN SPINOZA Dios hubiera dicho: ” Deja ya de estar rezando y dándote golpes en el pecho! Lo que quiero que hagas es que salgas al mundo a disfrutar de tu vida. Quiero que goces, que cantes, que te diviertas y que disfrutes de todo lo que he hecho para ti. ¡Deja ya de ir a esos templos lúgubres, obscuros y fríos que tú mismo construiste y que dices que son mi casa. Mi casa está en las montañas, en los bosques, los ríos, los lagos, las playas. Ahí es en donde vivo y ahí expreso mi amor por ti. Deja ya de culparme de tu vida miserable; yo nunca te dije que había nada mal en ti o que eras un pecador, o que tu sexualidad fuera algo malo. El sexo es un regalo que te he dado y con el que puedes expresar tu amor, tu éxtasis, tu alegría. Así que no me culpes a mí por todo lo que te han hecho creer. Deja ya