Guatemala: "Florentino Pérez nos ha hecho mucho daño"
Guatemala: "Florentino Pérez nos ha hecho mucho daño"
Bernardo Caal fue condenado en 2018 a siete años y cuatro meses con acusaciones inverosímiles de detención ilegal y robo agravado tras una campaña de hostigamiento por oponerse a los proyectos hidroeléctricos de la cuenca del río Cahabón, en Guatemala.
Un portavoz de ACS prefiere no ofrecer su versión porque la empresa "no tiene actualmente actividad en Guatemala".

Guatemala-
"En este cuartito me quitaron el cinto y los zapatos antes de ingresarme al sector". Bernardo Caal señala la garita del Centro de Detención Preventiva, un edificio azul y blanco de paredes descascaradas donde pasó cuatro años y dos meses encerrado. "Abren el candado y es como si te metieran a un gallinero. Aquí no hay autoridad. Solo presos". Estamos en la ciudad de Cobán, cabecera del departamento de Alta Verapaz, Guatemala. En estas tierras, los pueblos originarios libran una lucha histórica contra los abusos extractivos de la minería, la palma africana y la energía hidroeléctrica.
Caal es maestro y líder de las comunidades maya q'eqchi' en la localidad de Santa María Cahabón. En 2018, un juzgado departamental le impuso un castigo de siete años y cuatro meses con acusaciones inverosímiles de detención ilegal y robo agravado. Fue el precio de su oposición pública a los proyectos hidroeléctricos de la cuenca del río Cahabón. La condena venía precedida de una intensa campaña de hostigamiento y difamaciones. "Empezaron a perseguirme y a tomarme fotos. Lo último que recuerdo es que publicaron una imagen de la casa de mi esposa. Ahí es donde me dio miedo. En Guatemala eso es anunciar la muerte de una persona. Es como quien dice: En esta casa vive, vénganlo a matar".
La infancia de Caal está marcada por la marginación y la pobreza del pueblo maya q'eqchi'. "En mi aldea no había escuela, así que a los ocho años tuve que abandonar mi comunidad. Mi papá había recibido ya muchos golpes de los terratenientes y pensó que yo debía estudiar para no tener que ir a trabajar bajo los cafetales. Me aparté de mi familia y me vi obligado a aprender el castellano. Cuando terminé la carrera de magisterio y volví a mi comunidad, seguía sin haber escuela. Entonces convoqué a las familias y empecé a dar clases ad honorem. Dos años después, el Gobierno me contrató como maestro".
"Lo último que recuerdo es que publicaron una imagen de la casa de mi esposa. Ahí es donde me dio miedo. En Guatemala eso es anunciar la muerte de una persona"
Conocer la lengua castellana le permitió tender un puente entre su comunidad y las instituciones. "Cuando estás en la aldea no hay problema porque te comunicas en tu idioma. El asunto es cuando quieres ir a otro sitio. Si escribimos en idioma q'eqchi', quienes trabajan en ayuntamientos y gobiernos no pueden entenderlo. Se podría decir que me volví un traductor". Empezaron a reclamar un sistema de saneamiento y la canalización del agua potable. Poco a poco hicieron construir una escuela y acondicionar los caminos de acceso a las aldeas para que pudieran llegar vehículos. "Con el tiempo, aparte de ser maestro, me volví un líder comunitario. La gente puso en mí toda su confianza porque se dio cuenta de que estábamos haciendo cosas buenas".
Pero las promesas de prosperidad se torcieron con una visita inesperada. "Un día nos enteramos de que había maquinaria a la orilla del río. Empezamos a averiguar y vimos los logos que llevaban los camiones. Algunos decían Cobra. Otros, Solel Boneh". Solel Boneh era la firma israelí encargada de levantar las plantas hidroeléctricas Oxec. Cobra era filial de ACS, multinacional de la construcción presidida por Florentino Pérez y encargada de levantar las plantas hidroeléctricas Renace. ACS vendió en 2021 la empresa a Vinci. Público se ha puesto en contacto con ACS para conocer su versión y esta ha sido su respuesta: "ACS no tiene actualmente actividad en Guatemala. La empresa a la que usted se refiere se vendió en 2021 y pertenece ahora a Vinci".
En 2014, durante una visita de supervisión a la nueva infraestructura, el empresario español le regaló una camiseta del Real Madrid al presidente guatemalteco Otto Pérez. Al cabo de dos años, el Ministerio Público decomisó el obsequio y un juzgado de Mayor Riesgo de Guatemala lo interpuso como indicio de cooptación del Estado.
Las comunidades maya q'eqchi' no tuvieron noticia oficial de las obras hasta que Caal acudió al Ministerio de Energía y Minas. "Las licencias se habían publicado en el Diario de Centro América, el periódico oficial de Guatemala. ¿Qué acceso íbamos a tener nosotros si la capital nos quedaba como a diez horas?". Sabiendo que ya era tarde para las objeciones administrativas, Caal solicitó un amparo extraordinario por violación del derecho a la consulta. "De repente sale una resolución judicial donde dice que se suspenden las hidroeléctricas. Yo había firmado ese amparo en representación de las comunidades y ahí es donde se enojan las empresas. Ahí empiezan las calumnias en los medios de comunicación".
"Lo primero que hicieron es quitarme el trabajo. Como se dieron cuenta de que no me importó mucho, empezaron el camino de la criminalización"
En Guatemala, los dirigentes comunitarios que se enfrentan a las compañías extractivas son tildados de enemigos del progreso. "Lo primero que hicieron es quitarme el trabajo. Como se dieron cuenta de que no me importó mucho, empezaron el camino de la criminalización. Sacaban noticias diciendo: Esta es la persona que se opone al desarrollo en Guatemala. Yo les respondía: ¿El desarrollo de quién?". Efectivamente, las comunidades maya q'eqchi' denuncian que las centrales hidroeléctricas no reportan ningún beneficio a la población nativa. "Un estudiante universitario me preguntó una vez: ¿Usted no carga su móvil o su computadora? Y aparentemente tenía razón. Pero la energía eléctrica que roban a la comunidad no es para darle electricidad a las familias q'eqchi'. Ellos hacen la hidroeléctrica, utilizan cables de alta tensión y se llevan la energía. Donde yo vivo no hay electricidad. Ahí solo entra la oscuridad y hay que encender una vela".
El río Cahabón arrastra sus aguas turbias por el centro de Cobán con un rumor que llega hasta el complejo penitenciario. Durante su reclusión, Caal escuchaba el tránsito de los camiones y pensaba en la vida que transcurría afuera. "El primer día, cuando me estaban ingresando en la prisión, dije a las cámaras que iba a empezar a escribir cartas. Y así lo hice. A las cinco de la mañana sonaba la alarma del conteo. Yo me despertaba a las cuatro e imaginaba que me comunicaba con las personas a las que les gustaría saber de mí". En 2020, Amnistía Internacional le reconoció el estatus de preso de conciencia y activó una campaña de presión a favor de su libertad. Recogieron 30.000 cartas solidarias de todo el mundo.
Durante los años de internamiento, Caal encontró consuelo en la lectura. "Los demás presos hacían costura: hamacas, morralitos... Yo pasaba el día leyendo. Cada quien busca un quehacer ahí adentro". Cuenta que leer El hombre en busca de sentido de Viktor Frankl le ayudó a afrontar el cautiverio. Aunque el penal de Cobán quede lejos de los campos de prisioneros del Tercer Reich, Caal empatizó de inmediato con aquel testimonio concentracionario. "Había mucho hacinamiento. En Guatemala, la mayoría de los criminales se tatúan el rostro y le dan un significado. Ahí es donde se entiende la palabra criminalización: al defensor de los derechos humanos lo introducen en medio de verdaderos criminales. Yo pensaba: Aquí voy a morir o me van a matar o me van a mandar matar".
Desde que lo liberaron en 2022 por buena conducta, Bernardo Caal ha continuado defendiendo su razón y su inocencia. "Yo lo único que hice fue firmar el amparo donde se exige el derecho de que se nos consulte". Las comunidades originarias tienen reconocida esta prerrogativa en el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo y en la Declaración de Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas. El Estado de Guatemala ha suscrito ambos compromisos, pero las buenas intenciones terminan chocando con el muro de la realidad. "No sé a qué le tendrá miedo el aparato estatal, pero nadie quiere hacer estas consultas. Hay que respetar lo que digan las comunidades".
Caal ubica la lucha del pueblo maya q'eqchi' en una larga genealogía de resistencia que habría empezado en los tiempos de la conquista. "Aquí los españoles no masacraron a las comunidades como en otros lugares de Guatemala, sino que las doblegaron a través de la religión. Por eso este departamento se llama Verapaz: verdadera paz". Después, en el siglo XIX, una estirpe de mercaderes alemanes llegó al país para acaparar tierras y enriquecerse con mano de obra indígena en el negocio del café. “Son quienes todavía ahorita ostentan el poder. Nombran a las autoridades locales y tienen representantes en el Congreso. Tienen alcaldes, gobernadores, jueces, el Ministerio Público y la Policía. Todo lo tienen bajo su control".
El capital extranjero ha mantenido un vínculo inevitable con la podredumbre del sistema político en Guatemala. Desde la restauración de la democracia en 1986, nueve de los doce presidentes han sido señalados por delitos de corrupción o lesa humanidad. "El ministro de Energía y Minas de Otto Pérez es quien concedió las licencias para que se construyeran las hidroeléctricas sobre el río Cahabón. ¿Quién es el primer aliado de Florentino Pérez? Otto Pérez, que acaba de salir de la cárcel por corrupto". Lo cierto es que el expresidente encajó en 2022 dieciséis años de prisión por asociación ilícita y defraudación aduanera. Más tarde fue condenado a otros ocho años por lavado de dinero, fraude y cohecho pasivo. Quedó libre tras haber abonado una fianza.
"El ministro de Energía y Minas de Otto Pérez es quien concedió las licencias para que se construyeran las hidroeléctricas sobre el río Cahabón. ¿Quién es el primer aliado de Florentino Pérez? Otto Pérez, que acaba de salir de la cárcel por corrupto"
"Tengo un mensaje para los seguidores del Real Madrid: está bien que apoyen al equipo, pero no a Florentino Pérez. Él solo se limpia la imagen con el fútbol. En el territorio maya q'eqchi' nos ha hecho mucho daño”. Según Caal, los abusos corporativos son posibles gracias a un eficaz ejercicio publicitario. "Aquí destruyen los ríos para construir hidroeléctricas, pero en Europa lo denominan energía limpia o energía verde. Las empresas no cuentan que hacen daño a las comunidades de los pueblos originarios. El mensaje que yo mando a los países europeos es que no consuman productos que han dejado daños en Guatemala".
Tras las elecciones de 2023, el país centroamericano precipitó un vuelco en el sistema de partidos y dio la oportunidad a un candidato incógnito como Bernardo Arévalo. Las comunidades habían empujado para cerrar el ciclo de la corrupción estatal y ahora encaran el futuro entre la esperanza y la incertidumbre. El combate, desde luego, no ha terminado. "Ya salí libre, ya estoy fuera, pero el río sigue secuestrado. Por eso es que el pueblo maya q'eqchi' sigue luchando. Yo hago valer una frase que decimos en las manifestaciones: el pueblo unido jamás será vencido. A los pueblos no los han vencido. Si nos hubieran vencido no habría lucha".
Este reportaje ha sido posible gracias a la ONG vasca Mugarik Gabe, que ha impulsado el encuentro entre comunicadores europeos y líderes comunitarios guatemaltecos como parte de la campaña de concienciación Bizitza Jokoan-La vida en juego.


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