Ir al contenido principal

LOS MÚSCULOS DORMIDOS (O LA IZQUIERDA FRAGMENTADA DISCUTE QUIÉN TIENE RAZÓN MIENTRAS EL BARCO SE HUNDE)

Puede ser una imagen de 1 persona, fuego y texto
 
LOS MÚSCULOS DORMIDOS (O LA IZQUIERDA FRAGMENTADA DISCUTE QUIÉN TIENE RAZÓN MIENTRAS EL BARCO SE HUNDE)

La izquierda chilena en 2025 está fragmentada. Como Lego desarmado. Como Voltron con piezas en distintos continentes discutiendo quién debe ser la cabeza.

El Partido Comunista, socio del gobierno, defiende medidas que su propia base cuestiona. "Es complejo", explican. Y es verdad: es tan complejo que requiere gimnasia mental de nivel olímpico para justificar por qué la revolución ahora incluye AFP y libre mercado con condimentos rojos.

El Frente Amplio divide y se divide entre pragmatismo gubernamental ("hay que ser realistas") y demanda de radicalización ("hay que ser revolucionarios"). Entre ambos bandos: silencio incómodo y PowerPoints contradictorios. El pragmatismo dice: "La realidad es lo que es." La radicalidad responde: "Entonces cambiemos la realidad." Y mientras debaten, la realidad sigue siendo una mierda para la mayoría.

La izquierda extraparlamentaria carece de coordinación nacional, programa unificado, capacidad de incidir más allá de movilizaciones puntuales.

Cada colectivo tiene su propia visión, su propio análisis, su propia página de Facebook con 47 seguidores y debates encendidos sobre táctica vs estrategia que nadie fuera del grupo entiende.

Los sindicatos más combativos —portuarios, mineros, profesionales de la salud, profesores— logran victorias sectoriales sin articular proyecto político común. Cada quien resuelve lo suyo. Como equipos de fútbol que juegan excelente en su cancha local, nadie sabe cómo hacer que funcione el campeonato nacional.

Las organizaciones territoriales surgidas del estallido mantienen trabajo comunitario valioso sin perspectiva de acumulación de poder. Ollas comunes, cabildos, redes de apoyo: hermosas iniciativas que el sistema observa con ternura antropológica mientras sigue funcionando exactamente igual.

Esta fragmentación se siente corporalmente.

En Concepción, una reunión de coordinadora territorial se extiende tres horas. Café rancio. Papeles desordenados. Alguien propone acción concreta, otro cita a Gramsci, una tercera menciona que Gramsci es eurocéntrico, un cuarto dice que el eurocentrismo es crítica liberal, una quinta pregunta si van a hacer algo o solo leer teoría, un sexto se ofende porque leer teoría también es hacer algo.

Cada argumento genera tensión en los hombros, cada desacuerdo oprime el pecho. Las manos se entrelazan en gestos de solidaridad, la coordinación se frustra en detalles logísticos, en desconfianzas acumuladas, en egos disfrazados de principios.

Los cuerpos aprenden que la dispersión es más letal que cualquier represión. Porque la represión genera mártires y convoca solidaridad. La dispersión genera cansancio, memes, hilos de Twitter sobre "la verdadera izquierda" y apatía generalizada.

Entonces, la pregunta se vuelve táctil: ¿cómo reorganizar músculos dormidos?
No con voluntarismo.
No con proclamas revolucionarias que ignoran correlación de fuerzas reales en lucha.
No con sectarismo que confunde pureza ideológica con efectividad política.
No llamando "reformista" a cualquiera que propone algo concreto mientras esperas el apocalipsis capitalista leyendo PDFs.

Sino con práctica paciente, territorial, democrática. Con sentido del humor. Porque si nos toman demasiado en serio a nosotros mismos, terminamos siendo tan aburridos como la derecha, solo que con peor ropa y mejor análisis estructural que nadie lee. 


Publicado por Puente Alto Renace, de Gregorio Mondaca Crestto, facebok, el 4.10.25


  • Comentarios

    Entradas populares de este blog

    Siguen apareciendo mentiras a propósito de Pablo Neruda y su hija Malva Marina, aclaremos algunas cosas...

    Prensa alternativa de Chile

    EN MORTEM PEPE MUJICA, EL REBELDE QUE LE GUSTÓ A ROCKEFELLER. CUANDO LA IZQUIERDA DEJA DE SER PELIGROSA