‼ AMÉRICA LATINA - EL CARTEL USA !!

‼ AMÉRICA LATINA - EL CARTEL USA !!



Par Francisco Delgado Rodríguez - 18 septembre 2025 
 
 El escritor uruguayo Eduardo Galeano afirmó con acierto que cada vez que Estados Unidos invade un país, lo transforma en un manicomio o en un cementerio. Quizás debería haber señalado que, en muchos casos, también lo convierte en un territorio donde prosperan la producción y el tráfico de drogas, creando una mezcla de manicomio y cementerio.
 
Esta observación es relevante en el contexto del último ataque contra Venezuela, acusada de albergar al Cártel de los Soles, designado por el Departamento del Tesoro de Estados Unidos como organización terrorista internacional.
 
El objetivo de Estados Unidos es involucrar a uno de los pilares de la Revolución Bolivariana, las Fuerzas Armadas Nacionales, cuya doctrina patriótica es una creación absoluta del comandante Hugo Chávez, e intentar derrocar al gobierno legítimo de Nicolás Maduro mediante amenazas. El pretexto de combatir el narcotráfico para invadir un país no es nuevo y ha sido utilizado por varias administraciones estadounidenses para justificar su injerencia imperialista en numerosos países del mundo.
 
Paradójicamente, la realidad es muy distinta, y actualmente Estados Unidos es sin duda el mayor narcoestado del mundo. Lejos de resolver el trágico problema del narcotráfico, sus invasiones solo han fomentado este flagelo. 
 
CÓMO CONVERTIR UN PAÍS EN UN CENTRO DE NARCOTRÁFICO...  
 
Ya se sabe que Estados Unidos es el mayor consumidor mundial de drogas, pero también el mayor proveedor de armas utilizadas por los narcotraficantes. Con sus numerosas intervenciones, Estados Unidos no ha hecho más que expandir este lucrativo comercio, probablemente para satisfacer la colosal oferta dentro del país.
 
Cómo influir en un país para convertirlo en un centro de narcotráfico parece ser uno de los axiomas u objetivos contenidos en los manuales de agresión militar del Pentágono. Esto se debe a que se comprometen expresamente a ello o a que es resultado del caos generado por la agresión y, de paso, de cierta tolerancia por parte de las fuerzas de ocupación conquistadoras.
  
 Uno de los casos más emblemáticos en los que convergen todas estas hipótesis es la guerra de agresión contra Vietnam. Se ha comprobado que el consumo de drogas se fomentó entre los propios invasores, quienes sufrieron un creciente desánimo, hasta que las cadenas de mando y las estructuras logísticas de los marines y otros se involucraron en lucrativos negocios ilícitos para transportar drogas a las comunidades estadounidenses.
 
 Durante esta guerra, la participación de la CIA en el tráfico de opio en el "Triángulo de Oro", cuyo nombre revela hasta qué punto los espías estadounidenses prosperaron en este comercio, recibió una amplia cobertura mediática. Este triángulo abarcaba partes de Laos, Tailandia y Myanmar, e implicaba directamente a la tribu hmong como daño colateral en su afán de exterminar no solo a las víctimas de la agresión, sino también a sus estructuras organizativas y culturas.
 
Recordamos a Richard Nixon, el primer presidente estadounidense en comprometerse públicamente con la lucha contra el narcotráfico en 1971; la llamó la "Guerra contra las Drogas". Mientras tanto, sus subordinados hacían lo que les venía en gana.
 
Unos años más tarde, la propia CIA implementó un programa que podría describirse como maquiavélico —es decir, el fin justificaba los medios— mediante el cual vendió armas a Irán, país sujeto a sanciones en aquel momento. Por lo tanto, se trataba de una venta prohibida, y las ganancias se utilizaron para financiar otro tipo de invasión, llamada «encubierta», con la «contra» en Nicaragua; en este contexto, tanto agentes de la CIA como mercenarios nicaragüenses participaron activamente en el tráfico de cocaína a Estados Unidos.
 
En Oriente Medio, la evidencia de la participación de agentes y miembros del ejército o de instituciones como la CIA en el narcotráfico está directamente relacionada con las guerras que se han librado allí. Siempre se cita el ejemplo de Afganistán, donde, tras la invasión de 2001, la producción y el comercio de opio aumentaron considerablemente, de 185 toneladas ese año a 9.000 toneladas en 2017. 
 
 Libia, por su parte, también fue invadida en el momento oportuno, y floreció el tráfico de drogas ilegales, como la amapola, el hachís y, más recientemente, la cocaína. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), tras la invasión de 2011 y la caída de Gadafi, se produjo un aumento del tráfico de cocaína, originado en Sudamérica y redirigido a Europa, el segundo mayor consumidor mundial de opioides.
 
 De la misma manera, según el Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales (CSIS, EE.UU.), Libia se ha convertido en un centro logístico internacional del crimen organizado.
 
SIN INTERVENCIÓN DIRECTA 
 
No es necesario intervenir, es decir, con todo el entramado beligerante, para que el cártel opere en cualquier caso, con especial peligro en Nuestra América. Dos casos son representativos en el peor sentido de la palabra: Colombia y México. 
 
En el mal llamado patio trasero de Estados Unidos, su participación en la lucha contra el tráfico ilícito de drogas ha tenido exactamente el efecto contrario al pretendido, como fue el caso del Plan Colombia, diseñado para eliminar los cárteles y las guerrillas colombianas, y que costó a Estados Unidos millones de dólares.
 
Implementada desde el año 2000, esta iniciativa ha provocado lo que se ha denominado el "efecto globo", por el cual la producción de cocaína se ha desplazado territorialmente y se ha multiplicado, causando aún más daños, especialmente al medio ambiente y la salud. Aprovechando la situación, el Pentágono desplegó tropas bajo este Plan, y parecía que, dondequiera que estuvieran estacionadas, la producción y la comercialización de cocaína prosperaban sin trabas.
 
 Esta misión fue por supuesto confiada al Comando Sur (Southcom), actualmente involucrado en la llamada "Operación Antidrogas" contra Venezuela.
 
En cuanto a México, “tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos”, parafraseando al político Porfirio Díaz, varias instituciones yanquis también han acumulado un expediente lleno de fallas, intervencionismo y numerosos casos de involucramiento de oficiales y altos funcionarios en el tráfico de sustancias prohibidas.
 
La "Operación Rápido y Furioso" de la Oficina de Alcohol, Tabaco, Armas de Fuego y Explosivos (ATF), que se desarrolló entre 2009 y 2011, fue noticia. Bajo este pomposo nombre, patrocinó la venta de armas a los cárteles mexicanos.
 
En general, la lucha contra el narcotráfico es una vieja estratagema imperialista para justificar su intromisión en los asuntos internos de Latinoamérica. Debido a la torpeza o la flagrante intromisión con la que se ha llevado a cabo, la DEA (Administración para el Control de Drogas) y otras instituciones estadounidenses han sido expulsadas en varias ocasiones por los gobiernos latinoamericanos, demostrando cierta dignidad y suficiente valentía.
 
En conclusión, el tema merece una actualización constante, pero aún así permite destacar una consideración económica elemental: sin demanda, no hay oferta.
 
Francamente, las autoridades estadounidenses deberían dedicar todos sus esfuerzos y recursos a combatir el narcotráfico en su país y, al mismo tiempo, implementar una política social que aborde las causas de la adicción y el aislamiento entre millones de consumidores. Entonces no habría necesidad de invadir Venezuela ni ningún otro país.
 
Recordemos a los estrategas estadounidenses, por si resulta útil en su análisis de lo que debe hacerse en Venezuela, lo que dijo el líder histórico de la Revolución cubana, Fidel Castro Ruz, con motivo del 5º aniversario de la fundación del ALBA en 2009: “La unión entre Cuba y Venezuela es una unión entre hermanos, entre pueblos que se reconocen en una misma lucha”.
  
Fuente: https://fr.granma.cu/mundo/2025-09-18/le-cartel-usa, publicado en facebook por
 #WilmaJung el 23.9.25

Comentarios

Entradas populares de este blog

Siguen apareciendo mentiras a propósito de Pablo Neruda y su hija Malva Marina, aclaremos algunas cosas...

Prensa alternativa de Chile

EN MORTEM PEPE MUJICA, EL REBELDE QUE LE GUSTÓ A ROCKEFELLER. CUANDO LA IZQUIERDA DEJA DE SER PELIGROSA