Chile precario: «Qué triste se oye la lluvia en las casas de cartón»
Chile precario: «Qué triste se oye la lluvia en las casas de cartón»(*)

La vida en las tomas de terrenos y campamentos en el Chile popular.
por Bloque de Organizaciones Populares.
Hace un tiempo, TECHO – Chile, dio a conocer el Catastro Nacional de Campamentos 2024 – 2025 (*), donde reveló que más de 120.584 familias viven actualmente en campamentos (tomas de terrenos), con una existencia de 1.428 [tomas] a lo largo y ancho del chile popular, la cifra más alta desde hace 29 años, representando un aumento del 10,6% respeto de la última medición, lo que equivale al aumento de cerca de 6.000 nuevas familias desde 2023.
Esto que son solo cifras y algoritmos, esconden tras de si las precarias condiciones de vida que tienen miles de trabajadores y trabajadoras y sus familias que se ven condenadas a vivir en estas condiciones por el impacto de la crisis del capitalismo que afecta sus vidas, por el aumento del costo de la vida, por el desempleo y la precarización del trabajo, por la falta de viviendas, entre otras variables.
La mercantilización del derecho a la vivienda, el negocio inmobiliario, la especulación con el aumento del valor de la tierra por parte de los dueños de esta, la usura de los bancos a través de los créditos hipotecarios, son parte de cómo la burguesía y los intereses imperialistas buscan acrecentar sus riquezas a costa de la vida de miles de trabajadores y trabajadoras y las y los pobres del campo y la ciudad.
Los datos indican que un 35% de las familias que viven en campamentos lleva más de 14 años esperando una solución habitacional definitiva de acuerdo con este catastro.
Por otro lado, entre 2023 y 2025 se erradicaron alrededor de 346 campamentos; sin embargo, menos de un 30% de esos cierres corresponde a soluciones habitacionales definitivas, y mientras tanto, el resto desalojo, traslado, migraciones entre campamentos, hacinamiento y entre otras estrategias de las familias para encontrar alternativas, lo que claramente demuestra parte del fracaso de la política habitacional.
Bien sabemos que con la aprobación de la “Ley Antitomas”, y la aplicación de esta, en varias tomas de terrenos han sido muchas las familias que han quedado en la calle por la ofensiva antipopular que ha criminalizado la lucha por el derecho a un barrio y viviendas dignas.
Así también, el catastro muestra que 447 campamentos están actualmente bajo amenaza de desalojo, y uno de cada tres ha recibido avisos formales o informales de expulsión, lo que afectaría a más de 43.000 familias. Entre 2022 y 2023, 1.710 familias fueron desalojadas, en la mayoría de los casos sin que existiera una alternativa habitacional adecuada.
De esta forma, el desalojo de familias desde campamentos no está resolviendo el déficit habitacional: lo está redistribuyendo y agravando, ya que las cifras que vemos son las que el catastro nos muestra de quiénes aún viven en estos espacios, pero las cifras de quienes quedan viviendo en la calle o en otras expresiones de mayor precariedad no las vemos, y esa es una cifra negra hoy para la política pública.
Las lluvias nuevamente van demostrando la miseria en que nos mantiene el sistema capitalista, donde como siempre es el pueblo el que se ve afectado por la carencia de un techo digno donde vivir y donde cobijarse de las lluvias.
Es nuestra clase la que se ve afectada con viviendas precarias, calles anegadas, cortes de luz y transporte precario con metros y micros que se llueven. Y para más remate llegar a casa para calefaccionarse pero tener la preocupación de no gastar más de lo necesario por el costo de la luz. Es decir, la vida de nuestro pueblo se traduce a diario en miseria, explotación y carencia de servicios básicos, obligándonos a sobrevivir según las capacidades de cada uno, parte de la política del “sálvese quien pueda”.
Debemos como pueblo organizado solidarizar con quienes hoy se enfrentan a la maquinaria represiva de los dueños de la tierra, articular a los diversos sectores del pueblo pobre del campo y la ciudad para hacerle frente a los desalojos y exigir el derecho a la vivienda y a barrios dignos para las y los trabajadores y sus familias.
Desde el Bloque de Organizaciones Populares, rechazamos la política de desalojos impulsada por el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, las gobernaciones y gobiernos locales, denunciamos la usura que las inmobiliarias, la banca y los dueños de la tierra que a costa del derecho a la vivienda de la clase trabajadora y el pueblo buscan acrecentar sus ganancias.
Por el contrario, exigimos viviendas y barrios dignos para las y los pobres y una verdadera solución para los habitantes de los campamentos y tomas de terrenos y también para los miles de allegados y allegadas.
“… Qué triste se oye la lluvia
En las casas de cartón
Qué lejos pasa la esperanza
En los techos de cartón”
(*) Techos de cartón, Ali Primera, 1974
Chile, agosto, 2025
Extractado de: https://cctt.cl/2025/08/23/chile-precario-que-triste-se-oye-la-lluvia-en-las-casas-de-carton/?utm_source=mailpoet&utm_medium=email&utm_source_platform=mailpoet
Comentarios
Publicar un comentario