Paulo Freire: ¿Qué es enseñar y qué es aprender?
Paulo Freire: ¿Qué es enseñar y qué es aprender?
Paulo Freire: ¿Qué es enseñar y qué es aprender?
Ilustración de Edgar Vasques , parte de la colección de Tarjetas Pedagógicas producidas en colaboración con Grafar y Freireando Porto Alegre...

Ilustración de Edgar Vasques,
parte de la colección de Tarjetas Pedagógicas producidas en
colaboración con Grafar y Freireando Porto Alegre para conmemorar el
centenario de Paulo Freire
“Lo que pasa en educación es que casi siempre engullimos contenidos. Pero hay que hacer más que eso. Hay que conocer"
El
siguiente texto, forma parte de una entrevista realizada a Paulo
Freire por Rosa María Torres, y que posteriormente se publicaria en el
libro: (Educación Popular: Un encuentro con Paulo Freire,
CECCA-CEDECO/Fundación Fernando Velasco, Quito, 1986)
Rosa María Torres: Me parece importante volver sobre el
tema sobre el papel del educador. Tanto a nivel de los teóricos como de
los grupos de base viene dándose una tendencia muy fuerte y
generalizada a concebir la relación educativa entre educadores y
educandos como una relación horizontal, “entre iguales“, en la que,
finalmente, nadie enseña a nadie. A tal punto ha llegado a extenderse
esta visión que varios autores proponen la eliminación del rol del
maestro. Y es este punto, justamente, el que suele encontrar mayor
rechazo y mayores resistencias entre los educandos.
Paulo Freire:
El educador que dice que es igual a sus educandos, o es demagógico o
miente o es incompetente. El educador es obviamente diferente, de otra
manera no reconocería al educando. Si fueran los dos la misma cosa, no
habría manera de identificarlos. Creo que éste es un punto fundamental.
En
segundo lugar, toda educación es directiva. Por tanto, no existe una
educación no-directiva, y esto ya está dicho en la Pedagogía del
Oprimido.
Toda educación tiene un momento que
yo llamo inductivo, que implica la toma de responsabilidad del educador.
La gran diferencia que hay entre un educador autoritario y un educador
radicalmente democrático está en que este momento inductivo, para el
educador autoritario, jamás acaba. El empieza y termina inductivamente.
El toma las decisiones completamente, constantemente. En cambio, un
educador democrático ciertamente incide, pero intenta, durante la
práctica, transformar la inducción en compañerismo.
Compañerismo
no significa ser iguales. El hecho de que el educador se haga compañero
de sus educandos no significa que renuncie a la responsabilidad que
tiene, incluso de comandar, en muchos momentos, la práctica. El educador
tiene que enseñar. No es posible dejar la práctica de la enseñanza
librada al azar.
En Estados Unidos, donde acabo
de estar en un seminario, hay una preocupación muy grande con lo que
ellos llaman el facilitador. Yo siempre digo, y lo acabo de decir allá:
“Yo no soy facilitador de ninguna cosa. Yo soy profesor. Yo enseño”.
Pero
entonces, ¿qué es enseñar? ¿Será que enseñar es transmitir
conocimientos? Yo digo que no. El conocimiento no se transmite; el
conocimiento se hace, se rehace a través de la acción transformadora de
lo real y a través de la comprensión crítica de la transformación que se
ha dado antes o que se puede dar mañana. Este es el momento de la
abstracción en el acto de conocimiento. El equívoco de los educadores
autoritarios es pensar que los contenidos de la educación pueden ser
transformados en montones de sabiduría apaciguada, inutilizada, que es
transferida como ladrillos a los educandos.
Para
mí, enseñar es desafiar a los educandos a que piensen su práctica desde
la práctica social, y con ellos, en búsqueda de esta comprensión,
estudiar rigurosamente la teoría de la práctica.
En
nombre de la necesidad de transferir los contenidos que consideramos
indispensables, lo que hacemos es olvidar la unidad entre la práctica y
la teoría, la cual podría ser desarrollada a través de la propia
comprensión teórica de la práctica que tienen los educandos. Este
proceso de búsqueda de esta unidad exigiría del educador competente, a
cada paso, la iluminación teórica de los contenidos.
Estos
comentarios son solamente para decir que si bien podemos reconocer que
las condiciones de partida son éstas, es preciso por eso mismo luchar
contra ellas. Y para eso los educadores deben ser o hacerse competentes.
La competencia científica, la competencia técnica y filosófica es
absolutamente indispensable en la lucha por la transformación de la
educación.
A los jóvenes profesores les digo
siempre: Mira, cuando un muchacho te dice que eres un incompetente, que
estás tergiversando el rol del maestro pues tú estás para enseñar y él
para aprender, tu podrías reconocer efectivamente que estás para enseñar
y él para aprender, pero agregar: Está bien. Tú me dices que yo soy
incompetente, pero yo te haría dos preguntas: ¿qué es enseñar y qué es
aprender?. y ¿qué es competencia?. Y ahí vas a tener la oportunidad de
discutir incluso la naturaleza ideológica que está detrás del concepto
de competencia. Porque esa naturaleza ideológica de la competencia tiene
mucho que ver con los intereses de las clases dominantes. Para éstas,
competentes son las clases dominantes e incompetentes son las clases
dominadas. Y dado que esta ideología autoritaria se reproduce también a
nivel de los educandos, tú como educador tienes que plantear a los
educandos desafíos de esta naturaleza y encauzarlos.
Lo
que pasa en educación es que casi siempre engullimos contenidos. Pero
hay que hacer más que eso. Hay que conocer. Si yo fuera responsable de
un Ministerio, entregaría mi vida, sin ninguna dimensión idealista sino
profundamente dialéctica a trabajar todos los fines de semana con los
educadores, desde los niveles más bajos hasta los mas altos, sobre la
cuestión de qué es conocer, qué es crear, qué es la producción del
conocimiento, cómo se puede invitar a conocer sin ser paternalista,
pero, al mismo tiempo, sin ser autoritario. El problema no es transferir
paquetes de conocimientos a ser memorizados.
Para
mí, solo hay conocimiento cuando se aprende el objeto. Cuando tú
aprendes el objeto, necesariamente memorizas el objeto aprendido. Lo que
no puedes hacer es memorizar en vez de aprender. Y es esto precisamente
lo que hace la escuela tradicional. Los niños son obligados a repetir.
Hay una extraña epistemología según la cual es la repetición del
concepto lo que da conocimiento, cuando en verdad lo que da conocimiento
es la aprehensión de lo real.
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Extractado de: https://www.bloghemia.com/2020/11/paulo-freire-que-es-ensenar-y-que-es.html
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