“La mejor manera de ayudarnos es que construyan un proceso de lucha desde su propia realidad”, Hector Llaitul, vocero de la CAM

“La mejor manera de ayudarnos es que construyan un proceso de lucha desde su propia realidad”
Por Convergencia Medios, Equipo Chillán
En el marco de su visita a la ciudad de
Chillán, el Equipo de Convergencia Medios en esta ciudad conversó con el
Lonco Héctor Llaitul, vocero de la Coordinadora Arauco Malleco (CAM) y
uno de los líderes del Movimiento Autonomista Mapuche.
Entrevistadores: ¿Cómo caracteriza la lucha mapuche? ¿Se caracteriza como una lucha de liberación nacional, cómo una lucha contra el capital?
Héctor Llaitul: Lo
central es reivindicar nuestra propuesta política en base a la dimensión
de cómo nosotros entendemos el conflicto entre el Pueblo Mapuche y el
Estado. De ahí surge esta vía o propuesta de la liberación nacional. Más
allá de que a la CAM la conozcan como una organización que hace
acciones, que se hace cargo de la violencia política o que es parte de
los procesos de recuperación de tierras, el planteamiento del control de
tierras y el planteamiento del control territorial – que es lo que más
proponemos – tiene que ver con esta propuesta de liberación nacional:
una propuesta de hacernos cargo de la reconstrucción de nuestro pueblo.
Está el planteamiento de la resistencia. Está el planteamiento de la
reconstitución del tejido social mapuche. En el fondo esta idea de la
reconstrucción social mapuche es lo que facilitaría un proceso de
liberación nacional mapuche.
Para acercarnos a un mundo en donde yo
voy a explanarme, que no necesariamente es el mundo mapuche, sino un
mundo de izquierda, necesitamos unir dos vías que en su momento parecían
caminar aparte: la línea de la reivindicación nacional y la otra línea –
más propiamente de la izquierda – que es la lucha anticapitalista. La
vía de la liberación nacional podía tener esta dimensión
anticapitalista, sin embargo, nosotros, unimos estas dos vías de
reivindicación de lo nacional y la propuesta de liberación nacional con
una apertura anticapitalista. De hecho, esta posición anticapitalista
que nos ha caracterizado como CAM, ha tendido a confundir a algunos
sectores de que somos gente de la izquierda y que estaríamos abrazando
una perspectiva con horizontes socialistas o comunistas o salidas de
esos marcos. Entonces ahí viene una reflexión de cómo nosotros vamos a
entender la propuesta de liberación nacional.
EE: ¿Cómo comprenden ustedes el proceso de liberación mapuche?
HLl: La definición que
hicimos en su momento cuando nos planteamos como movimiento autonomista
revolucionario mapuche es que no podríamos llegar a liberarnos si es que
nuestra liberación no iba a ser independiente de la liberación del
pueblo nación chilena. Están sujetas de alguna manera al mismo horizonte
emancipatorio con esta definición.
¿Dónde está la diferencia? La diferencia
está en que a ustedes como sector o como movimiento, los mueve un
horizonte emancipatorio con norte socialista, clasista, en donde la
lucha de clases es el motor que tienen que preparar y el materialismo
histórico y dialéctico es su plataforma para la acumulación de fuerzas.
En el caso nuestro no. En nuestro caso es la reivindicación de lo
propio, lo nacional.
Ahí hay una diferenciación, pero vuelve a
converger en el sentido anticapitalista. También tiene que ver con esta
propuesta concreta de cómo acumular fuerzas. Para nosotros no es
posible el logro de la autonomía si no confrontamos la base territorial y
de línea política con el poder burgués. Y es el desalojo del pueblo
burgués lo que planteamos. La solución no pasa en el marco burgués, si
no que pasa con su desalojo. O sea, es parecido, convergencia
estratégica a la larga, pero también de acumulación de fuerzas en los
planos concretos, donde hay una diferenciación en el planteamiento de
que nosotros somos una nación ya, no somos un sector o una clase. Ahí
está la diferencia y, por lo tanto, hay principios y fundamentos
ideológicos, doctrinarios, que tienen que ver con cómo se acumula fuerza
para esa propuesta de desalojo del poder burgués. Para nosotros lo
fundamental es la reconstrucción del pueblo mapuche que pasa por la
recuperación de la autonomía. La autonomía ya la vamos entendiendo en
los hechos. No la entendemos como una propuesta muy larga, si no que,
con una lógica central, una forma de asumirnos como mapuches, como
movimiento, para que se vaya generando este movimiento necesario para la
liberación.
EE: Bueno, ustedes ya están materializando de hecho ese proceso de recuperación de autonomía…
HLl: Fíjate que los ORT
[Órganos de Resistencia Territorial] hacen acciones. Se hacen cargo de
la violencia histórica, acumulan fuerza por ahí, pero solo es una parte
de la acumulación de fuerzas. Para nosotros lo central es la
reconstrucción del pueblo mapuche. Ahí nosotros somos categóricos en que
la resistencia no es suficiente, sino que es necesario la
reconstitución de este sistema de reproducción social mapuche con
características propias. Esto es la reconstitución de todo el mundo
mapuche, tejido social, ideológico, político, cultural, espiritual y eso
pasa por lo que te planteaba anteriormente: la acumulación de fuerzas
sobre la acción directa. Porque nosotros necesitamos los territorios y
hay que hacer defensa y resistencia en base a esos territorios, y esos
territorios son necesarios. Son la plataforma básica, no solo material,
si no que inmaterial, simbólica, cultural, espiritual, para la
recomposición de este tejido mapuche. Entonces, ahí están las
diferencias: ¿cómo nos liberamos? Yo entiendo y respeto esta idea que
ustedes como sector de la izquierda pueden entender la liberación del
hombre desde una perspectiva y nosotros también la tenemos en base a que
nosotros nos queremos liberar como mapuches. Al definirnos así,
llegamos a la conclusión que necesitamos la reconstrucción de la nación
mapuche entonces esta idea de reivindicación nacional es la que nos
diferencia de ustedes. Ha habido luchas, luchas que han sido de este
esquema de la lucha de clases en las que se destruye la clase opresora y
hay una sociedad sin clases cierto, que no es la nuestra porque no es
una clase oprimiendo a otra, es un pueblo, un estado oprimiendo a otro…
EE: Pero acá en Chile, en caso
de realizarse una revolución socialista, un paso inicial sería el
volvernos un Estado Plurinacional y que ustedes y los demás pueblos
tengan su propia autonomía.
HLl: Claro, pero desde
la concepción de país que ustedes tienen. Porque nosotros tenemos otra,
ya que todavía existe una concepción indigenista de cómo entender a los
pueblos originarios. O sea, ser indígena de un país. Porque nosotros no
somos indígenas de un país: somos un pueblo nación aparte. Eso en
términos ideológicos. Entonces, esto se trata de que el proyecto país de
ustedes, es muy distinto al proyecto de reconstrucción nacional de
nosotros. La forma de entender al hombre, hay acerbos distintos, de
constructos, pero eso no quita la posibilidad de alianzas a futuro, de
convergencias estratégicas, no se quita esa posibilidad.
EE: ¿Cómo ven ustedes la relación con las organizaciones revolucionarias del Estado chileno?
HLl: En el país ha
estado difícil no sólo porque ha habido mucho de falta de entendimiento
entre nosotros y las organizaciones de izquierda. También ha habido esta
construcción de discurso de corte occidental totalmente racistas que
tienen que ver con no entregarle posibilidades políticas a los pueblos
originarios. Siempre se está planteando como una propuesta fuera de lo
mapuche para la liberación o la forma de sujetarse. Entonces, esto viene
desde la derecha, el centro y también la izquierda. La izquierda nos
uniformó en su momento. De hecho, la historia del MIR es muy particular
al respecto, el MCR o la Reforma Agraria, por ejemplo.
Lo que nosotros hacemos es la
reivindicación de tipo nacional mapuche. Una corriente mapuchista de lo
propio y ahí la autonomía no la entendemos como una propuesta que baje
diseñada por otras expresiones de izquierda. Sino que nosotros vamos
reconstruyendo este mundo mapuche asumiendo un tipo de autonomía de los
hechos y dimensiones que tienen que ver con independencia de los grupos
diversos que hay desde las posiciones occidentales, ya sean
judío-cristianas, racionalistas, en fin, tiene que ver con una
independencia orgánica. política y eso no va a ser posible si nosotros
no nos autoafirmamos en nuestra condición mapuche.
Eso implica la identidad, los valores,
las culturas. Este es un elemento fundamental que marca la diferencia,
ya que tiene que ver con la resignificación que pueda vivir nuestra
gente y así crear este fenómeno étnico-nacional necesario para la
liberación. Pero falta lo último, que es el pensamiento propio. Una vez
que nos independizamos de las corrientes que no son mapuches y nos auto
afirmamos, tenemos la necesidad histórica de construir este pensamiento
de liberación.
Es un pensamiento de liberación llevarlo
a la práctica también y aquí retomo esto de unir estas dos vías de
reivindicación nacional y anticapitalista porque la lucha es esa. Ahora,
si tú me preguntas sobre cuál es el punto de inflexión en la lucha
mapuche, la respuesta es que nosotros confrontamos directamente con los
intereses del capital que tiene sometido a nuestro pueblo y a los otros
sectores de la sociedad chilena que tienen al pueblo mapuche sujeto en
un estado colonial. Nosotros no nos identificamos como un segmento o una
clase si no que como un pueblo-nación ocupado, esa es la situación
colonial que nosotros entendemos. Este elemento nos une y nos separa,
según como lo vean ustedes, en el sentido que a nosotros no nos van a
mover del sentido de la liberación nacional, entendiéndola como la
reivindicación nacional mapuche, no como los procesos de liberación
nacional que acostumbraba la izquierda de antaño, si no como un proceso
de la reconstrucción mapuche.
Lo anterior implica harto trabajo de
restitución de los lof. Pasar de esta concepción atomizada y aniquilante
de la reducción mapuche, reconstruir la comunidad y reestablecer los
lof. Por eso peleamos por los cerros, los árboles, los lugares de
significación cultural, y desde ahí planeamos la autonomía, si no, no
tiene sentido. Entonces eso entrega los valores para una autonomía
verdadera, en los planos de la reconstitución mapuche. A nosotros no nos
parece genuinos hacer un nguillatún en un espacio que no haya sido
designado por nuestros antepasados como un lugar sagrado. En ese sentido
nosotros no podemos recrear una cultura acomodada a la modernidad para
decir somos mapuches. Nosotros vamos a reconstruir nuestra nación como
nuestros antepasados y se acabó, y eso pasa por recuperación nacional,
pasa por la reconstrucción de la autonomía a nivel de poder y finalmente
esta capacidad política de autogobernarnos también y de un modo
autonomista mapuche y libre de injerencias.
EE: ¿Cómo ha avanzado este proceso de reconstrucción de su cosmovisión mapuche?
HLl: Desde que partió
como movimiento nos hemos encontrado con esta realidad. Una realidad
cruel y desgraciada, pero en realidad, al fin y al cabo, es la que nos
dice que somos minoría incluso en nuestros propios territorios que es
esta realidad producto del sometimiento, en la que muchos mapuches no
tienen conciencia de querer liberarse. El golpeteo es permanente, de que
esto sea parte de acumular fuerzas, más allá de un tema sentimental,
romántico, que pueda traer la causa mapuche, tocando corazones, el
llamado es al retorno a las comunidades y a ejercer prácticas concretas
mediante el control territorial. No en el TJ, si no que en el mundo
mapuche en disputa, y es tan necesaria esta reconstrucción ideológica
del mapuche porque ahí vamos a ir ganando fuerzas sociales, políticas y
también militar para la liberación. Todavía estamos en desventaja
estratégica más allá de la desestructuración y la dispersión del
movimiento. Tiene que ver también con un tema de fellentun, de
correr o no en esta opción de liberación. Los mapuches deben tener más
convicción al respecto. Por eso la CAM ha mantenido su impronta de no
transar con el enemigo nuestras demandas fundamentales. A nosotros no se
nos conoce por tener esa impronta de negociar a diferencia de otras
organizaciones, con todo el respeto que nos merecen las otras
expresiones, y tampoco se nos conoce en la derrota política en el
sentido de la lucha. Es necesaria la lucha ideológica también, y es
obvio que a nosotros nos interesa visibilizar la causa mapuche en ese
plano, mucho más allá de la victimización. Hay que apoyar la causa
mapuche, pero la causa mapuche de liberación nacional. A nosotros
todavía no nos conocen otro tipo de enfrentamiento político.
EE: En este proyecto de liberación nacional, ¿se podría generar una alianza con los sectores populares de izquierda?
HLl: Yo creo que a la
larga puede ser, pero nosotros preferimos irnos con cuidado a la hora de
acumular fuerzas porque hay cosas que tienen que ver con las
capacidades de lo político que se pretende. Nosotros no nos vamos a ir a
meter al terreno winka a decirles que tienen que hacer en la
contradicción de clases o de acumulación, entonces nosotros igual le
pedimos al winka que tengan harto cuidado con las luchas nuestras, desde
la perspectiva de la reconstrucción, sobre todo desde la mirada
cultural, no podemos obligarlos a ser mapuches, es artificioso pedirles
que se sientan parte de la causa de forma íntegra.
La mejor manera que tienen ustedes de
ayudarnos es que construyan ustedes un proceso de lucha desde su propia
realidad, desde la fuerza motriz de los trabajadores, desde una
perspectiva revolucionaria que vaya contra el capital, y que vayan
acumulando fuerzas sociales, política, necesaria para tener el poder
popular.
Publicado por: https://www.convergenciamedios.cl/2018/09/entrevista-a-hector-llaitul-la-mejor-manera-que-tienen-ustedes-de-ayudarnos-es-que-construyan-un-proceso-de-lucha-desde-su-propia-realidad-desde-la-fuerza-motriz-de-los-trabajadores/?fbclid=IwAR0zRCSoDsduZBr6fuy_F1OCqo41hjE_eZnw8XVagbJ8lG_ojzgaIZGCW_g
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