Chile: Nuestro despreciable y vergonzoso racismo de cada día [nota + declaración]

Chile: Nuestro despreciable y vergonzoso racismo de cada día [nota + declaración]

Racismo mediático: un festín ante la vulnerabilidad de la comunidad migrante en la pandemia.

Por Eduardo Andrade.
Un grupo de haitianos afectados por el COVID-19 ha concentrado la atención de los medios que, al igual que el Gobierno, los culpan de no querer acatar la cuarentena. “Esa cobertura no es un error, es criminal”, asegura la académica de la Universidad de Chile, Ximena Poo.
Hace falta haber vivido en un cité para entender, acaso un poco, que sus pasadizos estrechos, sus amplios salones convertidos en tres, cuatro o cinco piezas, sus baños diminutos que usarán al menos diez personas, sus cocinas como la única opción de encuentro y sociabilidad, no son para nada las condiciones adecuadas para cumplir una cuarentena, y que, muy por contrario, aún sin pandemia, tiene poco que envidiarle a una cárcel.

Todo esto; sin embargo -sin ningún afán retórico- no es excluyente para que, al momento de informar, se haga prácticamente caso omiso a las causas detrás del problema, y se condene a los habitantes de dichos espacios al linchamiento y escarnio público.

Un grave y penoso ejemplo de esto último ha sido puesto en evidencia a través de la cobertura mediática que se le ha dado al caso de una comunidad de Quilicura afectada por coronavirus, cuyo pecado de muerte, tal parece, no es precisamente la enfermedad de la que son víctimas, sino más bien su procedencia, su condición económica y su color de piel.

Esto, sin embargo, no es casual, según afirma la profesora del Instituto de la Comunicación e Imagen de la Universidad de Chile, Ximena Poo, sino más bien una estrategia orquestada que revela la articulación que existe entre la agenda de medios masivos con la agenda política del gobierno de turno.

“Lo que se produjo fue irresponsable. Criminalizar a la migración, vinculándola con la pandemia, deja a esos cuerpos susceptibles de expulsar, dañar, ignorar, y se produce una crisis humanitaria. Esa cobertura no es un error, es criminal. Cubrir así los temas migratorios, relacionando pandemia y tragedia de cualquier tipo con la migración, hace que el foco se quede alojado allí, la migración se racializa y es capaz de generar tragedias mayores”, explica Poo.

Esta idea también es defendida por la académica y coordinadora de la Cátedra de Racismo y Migraciones Contemporáneas de la Universidad de Chile, María Emilia Tijoux, quien en conversación con nuestro medio hizo un puente entre el mal manejo que el Gobierno ha tenido frente a la pandemia, con este nuevo golpe mediático. Un festín para quienes pueden observarlo cómodamente desde otros sectores, un “Gran Hermano” de pobres al servicio de la lista de errores gubernamentales, que vuelven a encontrar en la población migrante su mejor excusa.

“Qué suerte poder encontrar un lugar donde focalizar todo, para poner la atención en otras cosas y mirar de una manera completamente equívoca lo que está pasando allí. Sí, puede haber gente contagiada en todas partes, en su casa y en la mía ¿Por qué tienen que ser ellos los objetos para denostar, humillar, maltratar? ¿A qué obedece eso?”, interpela Tijoux.

Sumado a esta crítica, la académica profundizó en los dichos del ministro de Salud, Jaime Mañalich, respecto de que muchos migrantes contagiados por COVID-19 no quieren acercarse a los servicios médicos “por temor a expulsiones”. Entonces ¿por qué desconfiar?  Si se dice desde una institucionalidad que llevó a Joane Florvil a su muerte y que “por razones humanitarias” expulsó a centenas de haitianos cuando los migrantes y Venezuela eran aparentemente los problemas más graves del país.

“La responsabilidad de que la gente no haya asistido al servicio de salud por temor, es de quienes hace mucho tiempo deberían haber regularizado sus vidas. Estamos hablando de trabajadores, de gente que trabaja en diversas áreas en Chile. Como no se resolvió ese problema, la gente quedó en una situación mucho más precaria que cualquier otra porque, sin tener identidad, usted no tiene vida y se le constriñe la vida al encierro, con o sin pandemia”, subraya Tijoux.
Pero, ¿es la precariedad y la aparente testarudez de esta comunidad una excusa suficiente para exponer sus vidas de la forma en que lo hicieron algunos medios?

Para explicarlo, el antropólogo y académico de la Universidad de Chile, Eduardo Osterling, pone énfasis en el hacinamiento al que un grupo de la comunidad migrante se ve sometido, pero que, en su momento, asegura, tuvo como protagonistas a los trabajadores chilenos provenientes del campo y que se instalaron en el pericentro de Santiago.

No obstante, Osterling también entregó su punto de vista respecto de la situación habitacional de la comunidad de haitianos, que no fue menor para la cobertura mediática cuestionada.

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“Lo que se veía allí eran construcciones precarias evidentemente construidas para el arriendo migrante. Claramente es un negocio en donde siempre se termina fiscalizando a los habitantes. Nosotros hemos pesquisado en distintos momentos, en Independencia la última vez, la facilidad que se tiene para echar a la gente de sus casas. Hay unas estructuras que funcionan bastante rápido para personas que subarriendan, en lugar de generar un trabajo sostenido de mejora de esos espacios o de no permitir el arriendo original de estos habitáculos construidos con ese fin”, indica.

Todas estas condiciones de hacinamiento, además, según remata el magíster en Hábitat Residencial, no son distintas a lo que también se vive en otros sectores del país, como es el caso de los guetos verticales, y que tampoco son ajenos a los contagios por coronavirus.

Hoy, sin embargo, el silencio abunda sobre todo esto, y resulta más fácil culpar que mirar las estrategias aplicadas por otros países en relación a la comunidad migrante. La más ambiciosa de ellas, por ejemplo, una regularización express realizada en Portugal hace ya varias semanas y que, en el caso de Chile, también es reclamada por las diversas organizaciones migrantes. Al respecto, los medios que condenan han dicho muy poco.

Fuente: https://radio.uchile.cl/2020/04/22/racismo-mediatico-un-festin-ante-la-vulnerabilidad-de-la-comunidad-migrante-en-la-pandemia/

 

Declaración:  Juntos, aplastemos las curvas del racismo.

La Comunidad migrante Haitiana residente en Chile observa con mucho desdén y preocupación el rebrote de toda una serie de actos discriminatorios, xenófobos y racistas que desde hace varios años atrás, están siendo usados por parte de algunos sectores específicos de la vida nacional con el objetivo de, por un lado justificar los abusos sistemáticos de los cuales ha sido víctima, y por el otro, sindicar a sus miembros como responsables de muchas de las falencias y debilidades estructurales de un sistema sociopolítico que en lugar de asumir sus errores, debilidades, desatinos y carencias; se empecina en presentar a los migrantes y demás sectores vulnerables de la vida nacional como responsables de todos los males que aquejan a la sociedad.Sorprende ver la sutilidad con la que está empezando a asomarse en el horizonte del discurso político de algunas autoridades locales y municipales,sobre todo en lo relativo a la pandemia Covid-19, algunas referencias –abiertamente racistas- a la comunidad migrante haitiana, cuyo objetivo primario pareciera ser proyectar en nuestros “cuerpos disidentes” el reflejo de todo el miedo, impotencia, incertidumbre, pesar y claroscuros que por estos días irrumpieron en el escenario de aparente tranquilidad que venía instalándose en el panorama sociopolítico y sanitario del país. 

Sin afán de alimentar polémica alguna ni victimizarnos, estamos convencidos que los últimos acontecimientos ocurridos a raíz de la nueva pandemia de Covid-19 en lo referente a nuestra comunidad, apuntan a una reincidencia de toda una serie de macabros y lamentables ataques racistas perpetrados en contra de nuestra comunidad durante el año pasado, los cuales sin lugar a dudas, venían allanando el camino a toda una constelación de prejuicios, estigmas y demás falacias promovidas en nuestro desmedro y cuyo objetivo principal siempre ha sido el de imprimir en el imaginario social de la población la más que equivocada idea según la cual la comunidad migrante residente en el país, -más específicamente la comunidad afrodescendiente- sería, a grandes rasgos,responsable de casi todos los males que aquejan a la sociedad: vieja costumbre aquella que se remonta a los tiempos de la esclavitud y de la que, siglos después, América latina no ha podido deshacerse y por lo tanto se mantiene firme ante cualquier intento por superar el racismo con el que siempre pretende explicar sus desacuerdos, dilemas, ambigüedades, falencias, vicisitudes, debilidades y necesidades intrínsecas, recurriendo a la más que aberrante y añeja estrategia según la cual habría que convertir en chivos expiatorios a los más vulnerables, débiles, desheredados, “negros”, “indígenas”, pobres, inmigrantes y cualquier otro grupo que no cumpliese con los criterios raciales, estándares sociales y cánones de belleza impuestos por unas élites más preocupadas en mantener sus privilegios y defender sus interés más allá de los graves daños colaterales que aquello pueda entrañar.
A efecto de compartir con toda la comunidad nacional, los últimos ataques racistas de los que hemos sido víctimas en el marco de la pandemia de Covid-19 desde su llegada al hasta el día de hoy, les invitamos a dar junto con nosotros un pequeño y corto recorrido por el largo, angosto y espinoso camino de la exclusión social, la xenofobia y discriminación por el que todos los días transitamos todos y cada uno de los miembros de la comunidad haitiana residente en Chile:

1- El día 7 de Abril del 2020, el diario La Segunda en su ya más que conocido afán por relacionar la migración sobre todo, la migración caribeña, afrodescendiente con la miseria, el desastre, la prostitución, penuria,hambre, epidemia y pandemia; usó como foto de portada del periódico, la imagen de una mujer afrodescendiente en una clara alusión a la comunidad haitiana- acompañada de un título bastante sensacionalista, provocador además de denigrante para referirse a la emergencia sanitaria que vive el país en lo relativo a la pandemia de Covid-19 que en esa fecha había cobrado la vida de más de 50 personas en el país. Fue tan evidente la voluntad de perjudicar a nuestra comunidad a través de un vil y cobarde intento por establecer un vínculo directo entre “ser afrodescendiente, haitiano” con tener Covid 19 . Es como si pretendiesen imprimir en el imaginario social de la población la idea según la cual los migrantes haitianos representáramos un foco natural de infección de una pandemia que nació a miles de kilómetros de las costas haitianas; la que por desgracia de toda la humanidad, a día de hoy ha matado a más de ciento cincuenta mil (150.000) personas en todo el planeta.

2-En la fecha del 09 de Abril del 2020, la municipalidad de Quilicura en su página Facebook, publicó diversas fotos en las que se veía el frontis de unas viviendas supuestamente ubicadas en un pasaje bien conocido de dicha comuna, donde según los autores de la publicación, vivirían 14 miembros dela comunidad haitiana residente en la comuna, quienes horas antes habían sido diagnosticados de Covid-19. Publicación aquella que suscitó mucha controversia, al punto de provocar una avalancha de comentarios los cuales oponían a varios miembros de la comunidad haitiana residente en el país a un grupúsculo de personas que vieron en la publicación de la municipalidad de Quilicura un estímulo a sus más primitivos instintos racistas y xenófobos. El día siguiente, ante la gran sorpresa de toda la comunidad nacional, la municipalidad de Quilicura había tomado la decisión de borrar de las redes sociales su más que controversial, xenófobo y racista publicación, infringiendo así todas las normativas, el marco regulatorio e institucional vigente en el país en lo relativo al resguardo, protección, manejo y administración de los datos confidenciales y privacidad de cualquier persona y/o grupo de persona dentro del ejercicio del derecho a cualquier tipo de datos relacionados con sus cuidados de salud. (ley 20.584 sobre los derechos y deberes de los pacientes, Ley 21.096 sobre la protección de los datos personales, Ley 20.609 o ley antidiscriminación –Ley Zamudio-,entre otras).
Cabe destacar que semejantes actos discriminatorios perpetrados en contra de la comunidad haitiana residente en Chile, además de rebasar todos los límites de la institucionalidad vigente para tal efecto, se constituye, a nuestros ojos, en un acto deliberado de agresión moral, psicológica hasta física en contra de cada uno de los miembros de la comunidad haitiana en Chile considerando que el mismo podría fácilmente ser usado por parte de grupos xenófobos y racistas en cualquier rincón del país para perseguir físicamente a cada uno de los haitianos que vivimos en la delimitaciones territoriales de Chile.

3- Por último, el hecho ocurrido el día 16 de Abril en las dependencias de una sucursal de la Administradora de Fondos de Cesantía (AFC) donde fue humillado ante las cámaras de la prensa, un ciudadano haitiano que acudió a hacer unos trámites relativos a sus fondos de cesantía; quien sin el más mínimo respeto que se merece cualquier ser humano, fue humillado por los funcionarios de la AFC, quienes alegaron que el paciente era portador del virus del Covid-19 (SARS-CoV2) y que el mismo representaba un peligro para la salud pública de todos aquellos que se encontraban en la oficina,motivo por el cual el ciudadano haitiano quien varios días antes del suceso había sido dado de alta por el Covid-19 tras haber cumplido a rajatabla y durante más de dos semanas, con un estricto régimen de aislamiento instaurado por el equipo médico que lo trataba: el cual terminó por darle el alta en la fecha del 08 de Abril del 2020 (según consta en los documentos oficiales según las palabras del propio alcalde de la comuna donde reside el paciente. A raíz de estos más que lamentables e humillantes sucesos, a nosotros como miembros de la comunidad haitiana no nos queda más que plantear las siguientes preguntas a las autoridades del país; toda una constelación de preguntas viejas, las cuales a pesar de haber sido planteadas en varias oportunidades anteriores a raíz de anteriores casos de abusos institucionales y actos racistas perpetrados en contra de nuestra comunidad cuyos desenlaces resultaron ser fatales ( Johane Florvil, Olguine Isema,Joseph Henri, Rebecca Pierre, Emaus Louis entre otros); siguen sin siquiera un esbozo de respuesta por parte de las autoridades políticas del país:

a- ¿Por qué no se actualizó en la base de datos sobre los pacientes Covid-19,la situación de salud del paciente si aproximadamente ocho (8) días antes del lamentable suceso, él fue dado de alta por lo tanto clínicamente y virológicamente considerado como “curado” o “recuperado” de la enfermedad?
b- ¿Por qué nadie quiso prestar atención a lo que el paciente dentro de sus limitaciones lingüísticas, intentaba comunicar a los funcionarios dela Administradora de Fondos de Cesantía?

c- ¿Por qué si el paciente tenía en su celular una imagen en formato digital del documento oficial de alta, nadie se molestó en revisarlo?

d- ¿Cuál es el protocolo administrativo usado por las autoridades sanitarias al momento de dar de alta a un paciente Covid-19 positivo? Quienes se encargan de manejar, administrar y actualizar la base de datos donde son recopilados y almacenados todos los datos relativos a la evolución en el tiempo de la situación clínica de los pacientes Covid-19? ¿Por qué aún después de más de 8 días después del alta, el paciente seguía apareciendo en la base de datos como un paciente Covid-19 activo?

e-  Y finalmente ¿por qué el funcionario de la AFC a pesar de tener acceso a una información tan sensible, no se dio la molestia de entrar en contacto con las autoridades regionales y/o comunales de salud para intentar corroborar la información que el paciente la victimas a duras penas intentaba comunicarle?..

Y por último preguntarnos si no sería urgentemente necesario que entre todos asumiéramos el desafío de aplanar la curva del racismo, empezando por decretar el confinamiento total y definitivo del desprecio, estigmas,prejuicios, discursos xenófobos, con los que se  suele tratar a los migrantes,indígenas, pobres, afrodescendientes, migrantes y demás “condenados del sistema”  independientemente de su procedencia, raza, religión, etnia y origen nacional.Juntos, aplastemos las curvas del racismo.

Red de Organizaciones Migrantes Haitianas en Chile
Firman Declaración: ADUENAM, Organización Sociocultural Haitiana en Chile (OSHEC), Micro Sesiones Negras,  Espacio de Reflexión Haití Chile, Movimientos Mujeres Migrantes (3M), Kinanm Company, Iniciativa Haitiana por la Inclusión en Chile (IHIC), Femme Haitienne Au Chili, Fundación Timon yo, Hebdo TV,  Voz Migrante Chile, InfoSalud.

22 de Abril, 2020.

Fuente: https://es.scribd.com/document/457749887/Declaracion-Organizaciones-Haitianas-en-Chile


Extracado de: https://cctt.cl/2020/04/23/chile-nuestro-despreciable-y-vergonzoso-racismo-de-cada-dia-nota-declaracion/


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