Excandidato presidencial de Unión Patriótica asegura que oposición debe superar quiebre y articularse contra gobierno de Piñera


  • Eduardo Artés Brichetti obtuvo 33.950 votos en la última elección presidencial, lo que equivale a un 0,51%.
Crédito fotografía:  Lautaro Carmona
 
Eduardo Artés Brichetti asegura que en unos meses más, comenzará un proceso de “desobediencia civil” que obligaría al gobierno de Sebastián Piñera a impulsar una Asamblea Constituyente.
Reinscribirse a nivel nacional y aumentar el número de militantes y simpatizantes activos en la región de Coquimbo son dos de los objetivos principales del partido Unión Patriótica, una de las colectividades disueltas por el Servel en el pasado mes de abril tras no haber conseguido parlamentarios ni el piso mínimo de votos con el candidato presidencial y profesor de educación básica Eduardo Artés Brichetti en las últimas elecciones.
Recientemente, Artés visitó la región de Coquimbo donde, entre otras actividades, participó de un conversatorio en la Universidad Católica del Norte en el que se reflexionó sobre la necesidad de impulsar una nueva Constitución a través de una Asamblea Constituyente y, además, se reunió con militantes y simpatizantes de Unión Patriótica (UPA) y el Partido Comunista Chileno de Acción Proletaria (PC-AP), colectividad de la que es secretario general.
PRESENTE Y FUTURO DE UNIÓN PATRIÓTICA
En conversación con Radio Mistral, Artés plantea que, a pesar de haber sido disueltos, tienen presencia en todo el país, a pesar de cumplir con uno de los requisitos para continuar como partido (estar constituidos en tres regiones contiguas, en este caso, la Metropolitana, de Valparaíso y O’Higgins) Unión Patriótica no se reinscribió dentro del plazo estipulado pues como señala, “no encontramos a nadie más con quien fusionarnos.  Teníamos que tener una unidad mínima y fundamental en los principios y en lo programático y si no existe eso, no nos podíamos reinscribir”. Lo anterior, de acuerdo al excandidato presidencial, es consecuencia de lo que él denomina “un sistema antidemocrático, porque en nuestro caso sacamos un 1,5% de los votos. Nosotros tendríamos que tener en el parlamento una representación del 1,5% de los parlamentarios para seguir legalizados”.
“La institucionalidad no quiere que los que tenemos propuestas distintas hagan política”
UNA OPOSICIÓN FRAGMENTADA
Consultado acerca de su diagnóstico respecto de la situación actual de la oposición al gobierno de Sebastián Piñera, Artés asegura que “hay un Frente Amplio que está dando certificados de buena conducta para que la oligarquía no tenga miedo y Beatriz (Sánchez) pueda ser presidenta, para administrar lo que ya hay. Hay una Nueva Mayoría quebrada. Sin embargo, todo el mundo, o muchos, tienen un reclamo contra Piñera, la gente que votó y los que no, que son la mayoría”. En este sentido, para Artés, este año comenzarían a verse grandes manifestaciones sociales en contra del gobierno, que en sus palabras, generarían que “la estabilidad de este gobierno esté haciendo aguas de aquí a un par de años más”.

Sin embargo, según Artés, la oposición debe comenzar a reagruparse, proceso que “está exigido por el movimiento social, que se expresa con fuerza en la calle, para que lleguemos a un programa y una consecuencia unitaria, no para recrear lo que había, sino que para dar un salto institucional”.
“Hay una oposición bastante dispersa y llena de contradicciones, con un Frente Amplio que da certificados de buena conducta para que le permitan ser gobierno”
FALTA DE REPRESENTATIVIDAD
Para el excandidato, el objetivo es el de desafiar a la institucionalidad, sobre todo porque, según señala, las ideas que defiende Unión Patriótica están más arraigadas en la sociedad de lo que se piensa. Junto con ello, plantea que, debido a la baja participación ciudadana y, dentro de ello, la votación obtenida por el presidente de la República, “Piñera no representa a nadie. ¿Qué legitimidad tiene esto? En ningún lugar del mundo esto sería legítimo”.

El líder del movimiento de izquierda asegura, a su vez, que la población no se siente representada por la institucionalidad actual, la cual, a su juicio, “fue impuesta a sangre y fuego con un programa social y económico que está al servicio de una oligarquía entregada al gran capital extranjero,  vende patria, que no industrializa al país, que no defiende una economía propia”.

En este sentido, para Artés, las grandes marchas a nivel nacional en apoyo a demandas como No Más AFP, una educación no sexista o educación gratuita, serían una muestra de que hay una energía para impulsar cambios, que se manifiesta al margen de la institucionalidad. Sin embargo, el gran problema es que, de acuerdo a Artés, “todas estas luchas no están unidas por un eje, un hilo conductor”.

 Impulsar un nuevo sindicalismo

De acuerdo al excandidato presidencial, parte importante de las demandas sociales masivas podrían ser encauzadas y levantadas si existiese una mayor articulación de los movimientos sociales. “Hay que refundar todo eso. Nosotros pensamos que hay que trabajar por una gran unidad de los trabajadores, pero tiene que ser con un nuevo sentido. Un sindicalismo de nuevo tipo, que recoja lo mejor que tuvo el sindicalismo cuando se fundó la CUT en 1953, en que la alternativa que ofrecían los trabajadores a la sociedad en su conjunto era el socialismo”. Sin embargo, el docente asegura que la Central Unitaria de Trabajadores no ofrece un proyecto político socialista, sino que se centra en las luchas concretas.

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