El perfil «mirista» del director de Historia de U. Austral que le ofreció un cupo al vocero de la Aces

Publicado el 15 de enero, 2020

El perfil «mirista» del director de Historia de U. Austral que le ofreció un cupo al vocero de la Aces

 

El dirigente secundario, Víctor Chanfreau, y el director del Instituto de Historia de la UACh, Robinson Silva, tienen varios puntos en común. Comparten la visión sobre el boicot a la PSU; el padre del estudiante es profesor de esa casa de estudios y, además, tanto Chanfreau como Silva tienen un conexión con el MIR. El primero por ser nieto de un detenido desparecido que militó en dicho movimiento, y el segundo por dedicar parte importante de su carrera al estudio de dicho grupo político. De hecho, un ex mirista presentó uno de los libros del docente sobre el movimiento de izquierda.
Autor:

Bastián Garcés

«El Acuerdo por la Paz se ha firmado por sobre la violación de los Derechos Humanos que ha cometido la represión brutal de las Fuerzas Especiales de Carabineros en las protestas, marchas y concentraciones que se han hecho a lo largo del país«, se lee en una declaración 145 académicos contra el documento que fue apoyado de manera transversal el 15 de noviembre. La carta, que fue publicada en Ciper el 21 de noviembre, critica la forma en que se gestó el acuerdo por no considerar «al pueblo como una instancia de deliberación del saber». 

Entre los docentes que suscribieron el texto se encuentran Gabriel Salazar, Sergio Grez y María Emilia Tijoux. Además de dos figuras de la Universidad Austral de Chile (UACh) que durante la última semana aparecieron en diversos medios de comunicación: Alberto Harambour, padre del vocero de la ACES Víctor Chanfreau, y Robinson Silva, director de Historia de dicha casa de estudios, quien le ofreció un cupo en su carrera sin necesidad de rendir la Prueba de Selección Universitaria (PSU) al dirigente estudiantil. Esto, luego de que la ministra de Educación Marcela Cubillos señalara que el dirigente secundario quedaría fuera del proceso por llamar a boicotear el examen, según las reglas del Cruch y del Demre.

«Desde la Escuela de Historia y Cs. Sociales de la UACh en Valdivia daremos ingreso inmediato Víctor Chanfreau si así lo decide, la ministra Marcela Cubillos no tiene autoridad para negar matrículas. #NOmasPSU #Chanfreau. Invito a colegas del Cruch a romper el autoritarismo», fue el mensaje que Silva publicó, a través de sus redes sociales, a mediados de la semana pasada. Un hecho que tomó por sorpresa a las mismas autoridades de la casa de estudios y que motivó que el rector de la Universidad Austral, Óscar Galindo, emitiera una declaración señalando que en ningún caso los cupos a las carreras que imparte la universidad «pueden ser ofrecidos directamente por un director de Escuela, decano o cualquier otra autoridad universitaria«.
En el comunicado, el rector de la universidad afirmó: «Lamentamos la confusión respecto a nuestro sistema de admisión que han generado las opiniones en redes sociales del director de Escuela de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales de nuestra universidad, las cuales en modo alguno representan el proceder de nuestra casa de estudios«. El propio Chanfreau sostuvo que: «si estos métodos no son para el conjunto de estudiantes secundarios y desde esa escuela no elaboran un método donde podamos ingresar el conjunto de los estudiantes secundarios, sin necesidad de dar la PSU, no se va a aceptar ningún ofrecimiento por el estilo».
Estas no han sido las únicas declaraciones «incendiaras» del director de Historia de la UACh. Tras anunciar el cupo para Chanfreau, Silva señaló a CNN Chile que la secretaria de Estado estaba «criminalizando» a los estudiantes, además afirmó que el boicot a la PSU era «legítimo, porque es un sistema que hemos venido denunciando todos los actores de la educación desde hace mucho tiempo, tanto en las universidades como secundarios».

Esta concordancia de opiniones y la relación con Alfonso Harambour, no son el único punto en común que tienen el vocero de la ACES y el director de Historia de la UACh. Hay un tercer elemento que los relaciona: El Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR).
El dirigente secundario es nieto de Alfonso Chanfreau, militante del MIR que fue detenido y desaparecido 1974. Además la organización de la que es vocero estéticamente ha utilizado los mismos colores que el movimiento creado por Miguel Enríquez. De hecho, tras la refundación de la organización a comienzos de la década, hubo un grupo que adquirió un mayor liderazgo en los jóvenes: Unión Rebelde, en cuyas filas han transitado otros portavoces de la organización secundaria como Eloísa González, Gabriel Iturra y el propio Chanfreau.

Unión Rebelde, creada en 2014, en un comienzo se bautizó como Juventud Rebelde, a modo de homenaje de la Juventud Rebelde Miguel Enríquez del MIR. La coincidencia no es solo de nombre, sino que sus jóvenes militantes responden a una tradición familiar vinculada con este sector político. «Varios de nosotros y nosotras venimos de familias que lucharon contra la dictadura, como el Víctor, por ejemplo, cuyo abuelo es detenido desaparecido, entonces hay un historial ahí que te empuja a un compromiso muy grande respecto de la lucha que se está dando», explicó a La Tercera la ex vocera Eloísa González.

En tanto, el presidente de Federación de Estudiantes de la Universidad Central y ex vocero de la ACES, Gabriel Iturra, afirmó en diciembre de 2016 que recogían «los principios del MIR y de otras organizaciones, pero también entendemos que su estética, maneras de plantearse y formas de organización están desfasadas; porque el perfil de los jóvenes cambió, aunque persiste el objetivo trascendente de organizar a la juventud que está en rebeldía». Una reinvindicación que se ha mantenido a lo largo del tiempo. En agosto del año pasado  -durante el aniversario 54 del MIR-, la Unión Rebelde realizó una jornada «cultural y política para conmemorar el proyecto revolucionario en Chile» y llamando a continuar con el camino del grupo armado de izquierda.

La «obsesión» de Silva por el MIR

El respaldo de Robinson Silva a Chanfreau es casual. En su cuenta de Twitter el primer día de la PSU, el académico sostuvo: «Le vamos a poner un ‘no es la forma’ al gobierno y a los pacos, por ahí andaría mejor». Es en esa misma red social que también llama la atención su foto de portada, una imagen en blanco y negro de un grupo de jóvenes que sostienen un lienzo, el cual dice: «Pobladores revolucionarios de Hualqui – Patria o muerte». Y el historial académico de Silva muestra un claro interés por los movimientos sociales, el cual se enfoca principalmente en el período entre 1970 y 1988.

Según el portal de académicos del Instituto de Historia y Ciencias Sociales, las dos publicaciones que aparecen de autoría de Silva son «Resistencia política popular en Chile: 1978-1984» (2007) y «Nuevos sujetos políticos en la dictadura chilena , 1978-1982: procesos de identidad y representación en contexto de violencia política» (2010).

De hecho, la tesis que realizó el docente para optar al grado de Doctor en Historia de la Universidad de Barcelona se tituló «Resistencia política y origen del movimiento social anti dictatorial en Chile (1973-1988)«, publicada en 2014, texto en el que el Movimiento de Izquierda Revolucionario (MIR), tiene un rol importante dentro de la investigación. En el trabajo de más de 400 páginas, el director de Historia de la UACh sostiene que el movimiento creado por Miguel Henríquez fue «el partido político que mayoritariamente asumió las acciones de violencia política resistente contra el régimen de Pinochet, especialmente activo entre los años 1978 y 1982».

En las conclusiones de su tesis, Silva afirma que la violencia política, representada principalmente por el MIR y el Frente Patriótico Manuel Rodríguez, fue «fundamental para generar un marco suficiente de fuerza social que sustentara la participación en el ciclo de protestas».

No es la primera vez que el académico escribe sobre Movimiento de Izquierda Revolucionario. Tres años antes, Silva publicó «Resistentes y Clandestinos, La violencia política del MIR en la dictadura profunda, 1978-1982«, texto que fue presentado por el ex mirista Rodrigo Muñoz y actual integrante de la Sociedad Mutualista Bautista Van Schouwen Vasey, institución que lleva el nombre de uno de los fundadores del MIR.

«Lo negativo y recurrente ha sido que las versiones y textos dominantes sobre aquel período histórico son los que han surgido desde la visión oficial, cuando no de los propios dictadores y sus cómplices. Y ya sabemos que las versiones oficiales son siempre sesgadas u orientadas a proteger intereses y poderes que cimentó la propia dictadura», aseguró el ex militante del MIR durante la presentación del libro, quien además destacó que el texto abordaba el tema de la lucha armada. «Pocos estudios abordan el hecho irrefutable de la existencia de una resistencia popular a la dictadura y su contribución al desarrollo posterior de los hechos como lo hace Robinson Silva en este texto», aseguró Muñoz.

No fue la única vez que el Rodrigo Muñoz estuvo junto Robinson Silva hablando acerca del MIR. A mediados de agosto de 2014, coincidieron en aniversario 49 del movimiento fundado por Miguel Enríquez. En el encuentro el ex mirista sostuvo que «uno de los grandes méritos del MIR fue el haber hecho la interpretación correcta de la realidad concreta» y aseguró que el evento tenía por fin «contribuir a los nuevos procesos de acumulación de fuerza social revolucionaria que emergen en Chile».

En dicha ocasión, el académico remarcó el rol de Miguel Enríquez en la profesionalización del movimiento y de «dotar de un proyecto ideológico claro que es la construcción de poder popular». Una idea que para Silva no nació de un «grupo de intelectuales, sino de la necesidad de visibilizar a los hombres y a las mujeres negados por la historia». Respecto a su análisis en esa jornada el actual director del Instituto de Historia apuntó: «Es necesario mirar hacia atrás para ver cómo enfrentamos el futuro, esa es la tarea de la historia».

Un año después, Silva fue el encargado de moderar el foro de los 50 años de historia del MIR, el cual fue organizado por la Corporación Mutualista Bautista Van Schouwen, Periódico Resumen y la Federación de Estudiantes de Concepción (FEC). En la oportunidad, los panelistas del evento fueron los ex militantes del movimiento Rodrigo Muñoz y Patricia Flores, además del ex dirigente estudiantil de la Universidad de Concepción Patricio Bustos. «Queremos abrir una reflexión acerca de ese pueblo hecho acción social y política, primero por el poder popular y luego por la resistencia y dignidad», se lee en la invitación al evento, en cual además se presenta a Silva como académico Universidad Austral de Valdivia y encargado de Memoria Histórica del Periódico Resumen de Concepción.

La producción académica del director del Instituto de Historia de la UACh ha estado relacionada íntimamente con el estudio de los movimientos de izquierda, en particular del MIR. Al realizar una búsqueda en Google Academic sobre el docente, el motor arroja 11 resultados. Entre ellos destacan textos con títulos como: «Aproximación histórica sobre el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), la violencia política y la movilización social en la refundación capitalista de Chile (1978-1982)» (2006);  «Resistencia política popular en Chile: 1978-1984» (2007); «Intervención política en el espacio público: marco conceptual para el estudio de la dictadura militar chilena (1973-1989)» (2013); «Territorio en disputa: guerrilla, represión y operativos cívicomilitares en la precordillera valdiviana, Chile, 1981» (2015); «Disputar el territorio popular. Operativos cívico-militares durante el ciclo de protestas en la dictadura chilena (1983-1986)» (2018); y «Las narrativas de la prensa mirista durante la dictadura cívico-militar, 1973-1989» (2018).
Además, el nombre Silva aparece adhiriendo una declaración de ex dirigentes y militantes del MIR en contra del libro «Un viaje a los sótanos de la dictadura», escrito por el ex mirista Héctor Luis Sandoval. En el texto se acusa a varios miembros del movimiento -entre ellos Rodrigo Muñoz-, de haber sido agentes de la DINA que infiltraron el grupo político para desarticularlo. Algo que niegan los firmantes de la carta.

«Entre nosotros hay quienes conocemos a unos u otros desde muy jóvenes, hemos mantenido estrechos vínculos de amistad personal y de militancia, hemos compartido con sus familias, trabajamos juntos en la clandestinidad, y participamos con ellos en acciones y tareas antidictatoriales», se lee en la declaración publicada a mediados de 2017, en donde además se agrega que «con el conocimiento y la experiencia que nos da haber participado muchos de nosotros en distintas tareas clandestinas partidarias y frentes de la lucha antidictatorial, queremos denunciar que el libro de Héctor Sandoval (‘Chacha’) es un relato construido en base a la manipulación de hechos».

Aunque esta no fue la última polémica en que la que se vio involucrado el director del Instituto de Historia. A mediados de junio del año pasado, el gobierno tuvo que enfrentar las críticas de la UDI, luego de que la ministra de las Culturas, Consuelo Valdés declarara como monumento histórico un sitio, ubicado en la Región de Los Ríos, que fue ocupado por el MIR en la década de 1980. Esto tras tener que ejecutar una resolución tomada en el gobierno de la ex Presidenta Michelle Bachelet. «Ni la Concertación ni la Nueva Mayoría homenajearon al MIR de esta forma», criticó el senador de la UDI, Víctor Pérez.
Esto generó las reacciones de organizaciones sociales y políticos de la zona quienes rechazaron los cuestionamientos del oficialismo. «Desde la Universidad Austral y la Escuela de Historia nosotros llamamos a respetar esta declaratoria y aun más a ampliarla y difundirla, en los espacios educativos y culturales que le den mayor relevancia a la rica historia de nuestra región», aseguró en la ocasión Robinson Silva, en un punto de prensa que compartió con agrupaciones de Derechos Humanos y el senador Alfonso De Urresti (PS). Incluso, el director de Historia de la UACh, planteó que la declaración de monumento histórico debía ampliarse a otros sectores que no fueron reconocidos como sitio de memoria. De hecho, Silva fue una de las personas que respaldó la solicitud para convertir este lugar en monumento histórico, como se puede apreciar en el acta de la sesión extraordinaria del Consejo de Monumentos Nacionales del 21 de diciembre de 2017.

Publicado en Facebook por Adriana Goñi Godoy

Extractado de: https://ellibero.cl/actualidad/el-perfil-mirista-del-director-de-historia-de-u-austral-que-le-ofrecio-un-cupo-al-vocero-de-la-aces/

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